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Entrevista a los directores de los 12 centros
Investigación biomédica en red: el modelo Ciber necesita más dinero y otra política de RRHH
Los 12 directores de los Centros de Investigación Biomédica en Red (Ciber) responden a DM y dicen que falta financiación para ser competitivos. Critican falta de RRHH y dificultad para gestionarlos, señalan que falta carrera profesional y piden más colaboración con los Institutos de Investigación Sanitaria (IIS) hospitalarios.
Hace tres años, el modelo de Centros de Investigación Biomédica en Red (Ciber) cumplió 10 años. La conclusión de su evolución entonces era que, pese a los graves recortes en financiación y personal, había aguantado los embates de la crisis y mantenía o mejoraba indicadores, impulsando publicaciones, patentes, colaboraciones y presencia internacional. Eso sí, sus responsables señalaron a DM la preocupación por la pérdida de fondos y de recursos humanos, una preocupación que ha ido a más en los últimos tres años, según explican ahora a este periódico los directores científicos de los 12 Ciber.
El modelo, que surgió en 2006 con 7 centros, creció en 2007 con otros dos y en 2017 sumó otras tres áreas. Cáncer, cardiovascular, enfermedades hepáticas, bioingeniería, salud pública, enfermedades raras, patologías respiratorias, neurodegeneración, obesidad, salud mental, diabetes y envejecimiento.Los resultados siguen siendo buenos, pero sigue primando la idea de que podrían, y deberían, ser mejores.
DM ha preguntado a los 12 directores científicos de los Ciber. No hay un solo responsable que estas 12 áreas que, preguntados por las necesidades, no cite la infrafinanciación y las trabas para desarrollar la política de personal adecuada a las necesidades del centro. Muchos añaden la falta de desarrollo de carrera profesional, la escasez de capital privado, las trabas burocráticas que atenazan el día a día…
Los directores científicos de los 12 Ciber valoran positivamente el intento del Gobierno de revertir con leyes las trabas burocráticas
El modelo Ciber sigue siendo, junto a los Institutos de Investigación Sanitaria (IIS) de los hospitales del SNS, la gran apuesta del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Una apuesta exitosa que necesita oxígeno, y no sólo en forma no sólo de dinero. Los 12 directores de los Ciber -por cierto, 11 hombres y sólo una mujer– repasan sus principales líneas de investigación, que pese al sufrimiento de los últimos años siguen siendo la principal y mejor noticia: la ciencia sigue siendo buena. El problema es que todos dejan caer que, con más financiación y una mejor política de recursos humanos, el nivel podría estar muy por encima del actual. Un viejo dicho de la ciencia dice que no avanzar es casi como retroceder…
Entre las peticiones que ponen sobre la mesa los responsables de los Ciber no sólo están el dinero y el personal. La citada burocratización, la relación con el sector privado, la falta de figuras de mecenazgo, la relación con centros consorciados y una relación con los IIS que puede ser más fructífera que la actual son las principales áreas de mejora que observan los 12 directores científicos. Cabe recordar que, en cuestión de fondos, a día de hoy prima una prórroga presupuestaria que complica el aumento de fondos.
No es nada nuevo: España no puede sacar pecho por el dinero que destina a la investigación, sea biomédica y de otro ámbito. Los directores de los 12 Ciber consideran que, bajo este realidad, el futuro no está garantizado. No hay más que ver algunas de las respuestas. Joaquín Arribas, director del CiberoONC, habla así tras ser preguntado por la financiación global de la ciencia en España: “Muy preocupante; estamos sentando las bases para que la economía sea cada vez menos competitiva”. Eduard Vieta, director del CiberSAM, responde: “la situación es mala porque España no prioriza la investigación biomédica; el bloqueo presupuestario cronifica la situación preexistente”.
¿Más con menos? Ya no
“Claramente insuficiente, responde Leocadio Rodríguez, del CiberFES, que añade: “mientras sigamos viendo la investigación como la guinda del pastel y no como parte sustancial no saldremos del pozo”. Carlos Diéguez, del CiberOBN, va más allá: “La situación es dramática: la estrategia de hacer más con menos ya ha dejado de ser factible: ya perdemos potencial en todos los estratos”. A su juicio, “si la situación no se corrige de forma inmediata con un aumento considerable de la inversión en investigación, pronto empezaremos a hablar de generaciones perdidas”.
Hay respuestas duras a la pregunta de la poca apuesta global por la ciencia en España: “mala, preocupante, dramática, crónica…”
Hay visiones más moderadas, siempre dentro de la idea plenamente compartida de que falta dinero en la I+D+i española. Francisco Fernández-Avilés, director del CiberCV, ve “muchísimo margen de mejora” y pide “mejorar la contribución de la financiación pública desde las administraciones nacionales, regionales e incluso locales”, e introduce un punto compartido por muchos de sus colegas en los Ciber: hay que potenciar la inversión privada.
Eduard Montanya, del CiberDEM, confirma esta tesis: “España tiene una gran dependencia de los fondos públicos: es importante incrementar y diversificar la financiación”. Apunta a las donaciones, el mecenazgo y los fondos europeos como alternativas.
Eduard Montanya, del CiberDEM, confirma esta tesis: “España tiene una gran dependencia de los fondos públicos: es importante incrementar y diversificar la financiación”. Apunta a las donaciones, el mecenazgo y los fondos europeos como alternativas.
Hay quien es más optimista. Jordi Bruix, del CiberEHD, ve actualmente “voluntad de ambición y mejora”, aunque recuerda que se necesitan hechos: “La financiación debe incrementarse”. Ramón Martínez, del CiberBBN, insiste en la financiación privada y en el mecenazgo (“quiero pensar que la falta de cultura inversora en ciencia cambiará en el futuro”) y advierte de que no sólo es la cantidad, sino la imprevisibilidad: “Es una pena que haya personal investigador que abandone el país o deje la ciencia por falta de financiación estable”.
Pablo Lapunzina, del CiberER, pone más el foco en las “trabas burocráticas”y en la “situación insostenible” en compras y contratación que en la falta de dinero (“aunque lo tengamos, las trabas legales y administrativas no permiten flexibilidad”). Marina Pollán, del CiberESP, recuerda “que aún estamos lejos de alcanzar el presupuesto que se destinó en 2009”, el año en que la investigación española contó con más fondos.
El comentario más breve y menos pesimista es el de Jesús Ávila, del CiberNED: “Aceptable, pero mejorable”. La opinión de Ferrán Barbé, del CiberES, resume el sentir general: “La financiación es escasa y carece de una adecuada planificación a medio y largo plazo, lo que dificulta mucho la labor de los investigadores y lastra los resultados”.
– Ramón Martínez. Bioingeniería y nanomedicina
El modelo Ciber “ha demostrado ser exitoso”, señala de entrada Martínez. Para que este éxito, algo debilitado, continúe, “se necesita más financiación, cuidar la excelencia con un riguroso sistema de rotación e incorporación de grupos y fomentar más las colaboraciones entre ellos”.
– Jordi Bruix. Enfermedades Hepáticas
Los Ciber y su modelo “requieren evolucionar”, apunta Bruix. Además de “expandir la dotación presupuestaria”, pide “aprovechar fondos externos” y añade todo un catálogo de necesidades.
– Jesús Ávila. Neurodegeneración
Cantidad y calidad. Ávila reconoce el “éxito del modelo” pero admite que, con más fondos, “se podrían incluir otros grupos de excelencia”. Apela a una mayor inversión global en I+D+i para impulsar los Ciber y, en cuanto al ámbito de los recursos humanos, lo ve también “mejorable”.
– Pablo Lapunzina. Enfermedades raras
Tener más flexibilidad es fundamental, considera Lapunzina: “Hay muchas dificultades administrativas debido a la propia entidad jurídica del Ciber”. Sin dinero, poco se puede hacer, señala: “Para mejorar presupuestos necesitamos más apoyo del Gobierno y más facilidad para captar donaciones”.
– Ferrán Barbé. Enfermedades respiratorias
Volver a los niveles de financiación previos a la crisis es algo que la investigación lleva años pidiendo. Barbé lamenta que “aún no se hayan recuperado” y coincide con sus colegas en pedir “recursos externos y procedentes de acuerdos con empresas”.
– Marina Pollán. Epidemiología y salud pública
Diez años después de alcanzar los mayores niveles de inversión en I+D+i “estamos todavía lejos de alcanzar los fondos que se destinaron en 2009”, recuerda Pollán, única mujer directora científica de un Ciber. Sin cebarse en la falta de dinero, considera que para mejorar la captación de fondos hace falta “obtener alianzas con otros grupos”.
– Carlos Diéguez. Obesidad y Nutrición
La financiación “debería ser plurianual para garantizar la ejecución de proyectos a medio y largo plazo”, apunta Diéguez, que también pide “un esfuerzo para hacer compatible la doble vinculación del investigador [con el Ciber y con otro centro de investigación] para obtener financiación de proyectos nacionales o europeos”.
– Eduard Vieta. Salud Mental
Hay poco dinero y, además, no se utiliza. Vieta habla de “fondos insuficientes que tampoco se gastan porque las trabas burocráticas lo hacen muy difícil”. Lamenta que los científicos del Ciber “dediquen más tiempo a los trámites administrativos que a investigar”.
– Eduard Montanya. Diabetes
Mejorar la dotación presupuestaria, la captación de recursos y la flexibilidad de la estructura del Ciber son las necesidades básicas, señala Montanya, que también pide “incrementar la colaboración con el sector privado” y potenciar el mecenazgo.
– Joaquín Arribas. Cáncer
Aumentar “sustancialmente el presupuesto es imprescindible”, apunta Arribas, que añade: “El exiguo presupuesto es muy difícil de ejecutar debido a las innumerables trabas burocráticas”. Para solucionarlo, “no hacen falta más recursos económicos, sólo racionalizars disponibles”, señala.
– Francisco Fernández-Avilés. Cardiovascular
A los Ciber “realmente sólo se les puede hacer una crítica, que no tiene que ver con el modelo en sí, sino con las dificultades de ejecución presupuestaria”, señala Fernández-Avilés. No arremete contra la infrafinanciación y considera que los fondos “son realistas aunque insuficientes”.
– Leocadio Rodríguez. Fragilidad y envejecimiento
El Ciberfes “es el que cuenta con una menor financiación, lo que lastra gravemente sus posibilidades”, apunta Rodríguez, que pide “no prolongar esta infrafinanciación si realmente creemos que uno de los retos del SNS es afrontar las consecuencias del cambio demográfico”.
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